martes, 31 de agosto de 2010

La Gran Muralla

Hoy Pekín ha amanecido muy pronto. Eran las cinco y media de la mañana cuando nos hemos levantado para ir a la Muralla China. La excursión por 300 yuanes, unos 30 euros, incluía desayuno, comida y transporte y entrada a la Muralla China en la zona entre Jingshangli a Simatai. El desayuno no ha sido gran cosa, un Happy Meal del McDonalds para cada uno. De ahí hemos cogido un autobús terriblemente caluroso y pequeño durante algo más de tres horas hasta la entrada a la Muralla China.

Ahí un teleférico nos ha dejado en lo alto de la Muralla China y a partir de este instante todo ha sido alucinar más y más con el monumento más grandioso jamás creado. La Muralla China, nombrada y con razón una de las siete nuevas maravillas del mundo, sirvió para defender China del ataque de Mongolia. Fue construida desde el siglo V a.C al siglo XIV d.C. Con más de 8000 kilómetros de longitud y una altura media de 6 metros por 4 de ancho, la muralla serpentea por lo alto de las montañas chinas perdiéndose hasta el infinito.

Según llegamos se nos acopló una mujer china granjera de un pueblo cercano que nos siguió durante todo el camino esperando que la comprásemos agua o algún regalo. No nos molestó especialmente, pero sí resultó especialmente incómodo cuando al final de la visita la compramos 6 botellas de agua y no le parecía suficiente. Al menos a mi me sirvió para practicar el idioma y aprender alguna palabra nueva como "Piaola", que significa bonito.

Después de nuestro paseo durante más de tres horas por la muralla, subiendo y bajando cuestas de una verticalidad no apta para todo el mundo, nos esperaba una comida buffet típica china. Tallarines, arroz, pollo, ternera y un plato a base de tomate y huevo. El camino de vuelta ha sido especialmente duro, cansados y sin aire acondicionado ni espacio, hemos intentado descansar lo que hemos podido.

De vuelta al hostel a las 18 de la tarde, algunos han decidido lavar sus camisetas usadas (con más olor a chino que a sudor) mientras otros hemos preferido tumbarnos a la bartola. De ahí hemos ido a un nuevo parque, este mucho más animado que el del día anterior. A lo largo de un gran lago en cuya punta final se encontraban las torres del tambor y la campana, se situaban distintos bares con música en directo y precios ligeramente inflados para los turistas. Después de tomarnos un par de cervezas en lo alto de una terraza, hemos decidido ir a cenar. El lugar elegido ha sido un 24 horas equivalente al McDonalds occidental llamado 10·3, con comida basura china. Todo estaba muy bueno, como en general suele estar la comida basura. El precio por 7 platos, 6 postres y 6 cervezas ha sido menos de 15 euros.

De vuelta al hostel, unos chinos han pedido a Andrés, Patri y Juan dinero para un helado, los gestos que han hecho para pedírselo han sido... "poco occidentales" y nuestros compañeros de viaje han pensado que lo querían era dinero para hacer otras cosas "menos refrescantes". Es la una de la mañana y nos vamos ya a la cama. Mañana por la mañana visitaremos el Palacio de Verano y por la tarde partiremos a Xian. Tenemos un viaje de 13 horas en autobús por delante.

P.D. Va a escribir Rita la Cantaora a partir de ahora, porque Diana piensa que lo puede hacer mucho mejor, así que le paso el turno a ella.

2 comentarios:

  1. Eyyy!! hermanita y compañeros de viaje! Un saludo para todos! Tened cuidado con estos chinos que saben todos kun-fu! Espero que lo esteis pasando bien que por lo que veo en los comentarios parece que todo esta saliendo a las mil chinas!Bueno me despido con un fuerte abrazo y a chuparse 13 horitas de autobus...mmm...que putadon! esperemos que haya aire acondicionado porque si no vais a acabar sirviendo de comida para los chinos!Un saludo. OSCAR ( HERMANO DE la china diana)

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  2. Hola Diana, estamos en Unquela con tus padres, tu padre ha bajado una montaña verde ¿Dónde estais que no sabemos nada de vosotros?....
    Besos.

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