... Y EL MAR DE NUBES NOS ENVOLVIO...

El día comenzó muy temprano, teníamos que visitar la Montaña Amarilla. A las siete ya estabamos parando taxis como locas, desde el hostel de Hangzhou (mingtown), hasta la estacion Oeste de autobuses de donde parten los autobuses para Tangkou, que es el pueblo mas cercano para realizar la subida.

Teniamos muchas dudas con esta visita, en todas las guías que mirábamos no encontrábamos información, en Internet tampoco existen datos suficientes ni siquiera en inglés. Con este panorama sólo quedaba un poco de aventura y nuestras mejores sonrisas, asi informaríamos a futuros viajeros.

El viaje en taxi fue como siempre no apto para cardiacos e hipertensos, fue largo, y el precio 3 euros por coche. Al pararnos no nos dió tiempo a entrar en la estación, un grupo nos asaltó y nos ofreció el viaje mas barato 7 euros cada una y nos dejaban directamente en Tangkou (si no hubiéramos tenido que ir a Huangshan y coger otro autobus hasta Tangkou), nos montaron primeramente en una furgonetilla, y nos llevaron a un bus turístico grande.

Una vez en destino, tras tres horas y media, nada más bajar, de nuevo otro grupo nos ofrecía alojamiento, taxi para subir a la base del teleférico y comida.



Finalmente cogimos alojamiento en un hotel por cinco euros cada una (las instalaciones no eran malas, pero la limpieza dejaba que desear, creo que es mas recomendable alojarse en los hostels internacionales que en hoteles baratos). Tras comer fenomenal en el restaurante de Mr Hu (asi se llamaba el chino que nos ha proporcionado toda la información), nos han llevado a hacer una ruta por la montaña, entrada mas taxi de ida y vuelta seis euros cada una, (bastante caro para lo que fue), nosotras pensabamos que en el precio estaba incluida la subida al teleférico, pero no era así, asi que cuando bajamos de nuevo al pueblo tuvimos que coger otros dos taxis para subir a otra parte donde estaba el teleférico, el precio fue 23 euros por la entrada al parque por esa zona, 8 euros por subir al teleférico y 8 euros por bajar.

¿Merce la pena? depende, el teleférico es impresionante, parece que no acaba nunca, el paisaje quita el hipo, es como si de repente todos los calendarios y cuadros chinos que has conocido estuvieran ahí, el problema es la niebla tan intensa que había, no se podía disfrutar totalmente.

Resumiendo: si el día está despejado no dudeis en realizar la visita, pero si no es así al menos sabed lo que podréis encontrar. Nosotras no nos arrepentimos, pero sí pensamos que ha sido caro para lo que hemos visto.

Lo mejor como de constumbre fue la gente, nos tratan fenomenal y somos su atraccion turistica, como dice Encar: es como ser Hanna Montana, hoy un grupo de chinas nos gritó: I love you!!!.

Cuando tenga tiempo y a petición de la audiencia espero realizar un monográfico sobre los baños de este país que cada día es mas el nuestro.

Nota de Alf: ya estáis tardando en enviarme ese monográfico de baños con fotos incluidas, estoy deseando publicarlo!